lunes, 4 de octubre de 2010

La innovación, ¿fuera o dentro de la empresa?


Interesante texto extraido del blog de Franc Ponti  y mi comentario
03/10/2010 | 2 Comentarios

La innovación, ¿fuera o dentro de la empresa?

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La innovación, ¿fuera o dentro de la empresa?
Hay un gran debate sobre si la innovación tiene que ser una tarea cotidiana (al estilo Google) y por tanto debe coexistir con otras actividades, o si tenemos que desarrollarla al margen del trabajo diario, aislándola de las interferencias del día a día.
Como en todos los debates, es importante conocer las condiciones en las que nos movemos. Para algunas empresas (que dan mucho “empowerment” a sus empleados) puede ser una gran idea ceder espacios de libertad creativa de forma cotidiana. Las mismas personas o equipos que generan esa creatividad podrán convertirla en resultados sin que tengan que pedir excesivos permisos a sus superiores. Sin embargo, en empresas muy jerarquizadas en las que nadie hace nada por temor a cometer errores y a las represalias, quizá es mejor conformar un equipo de innovadores que, bajo unas indicaciones precisas, actúe de forma separada y ejecute los imperativos de innovación.
Además, ambas formas de gestionar las ideas pueden ser perfectamente combinables. Una empresa puede conceder libertad creativa a sus empleados y, en paralelo, tener equipos de innovación alineados con su arquitectura estratégica. Además, como en el caso de Procter & Gamble, todo ello se puede combinar con una gestión minuciosa de la innovación abierta, es decir, considerar las aportaciones que determinados elementos del entorno puedan ofrecer (centros de investigación en universidades, portales como “Innocentive”, sugerencias de clientes o proveedores, etc.).
Como siempre, al final es importante tener una política clara y definida de innovación, y creer en ella. Todo lo contrario de lo que sucede en la mayoría de empresas españolas, dónde la innovación sigue siendo la eterna promesa…
Es interesante conocer en detalle la estrategia innovadora de P & G. Para ello os recomiendo, queridos blogueros, el fascinante libro “Cambio de juego”, editado por Granica y escrito por A.G. Lafley (CEO de la empresa) y Ram Charan, un conocido experto en management. La explicacion que ambos hacen de los procedimientos innovadores de Procter & Gamble es sensacional (el programa Connect & Develop, las relaciones con grupos científicos y con antiguos empleados, etc.). Todo un ejemplo a seguir. De hecho, hace algunos años P & G se propuso que un 50% de sus innovaciones surgiera del entorno, cifra que han conseguido hacer realidad. Y es que no siempre las mejores ideas están dentro de las cuatro (o cuatrocientas) paredes de nuestra empresa…
Innovar es, en definitiva, conseguir resultados mejores que los competidores a través de propuestas originales y que aporten valor. Por tanto, es imprescindible desarrollar un sistema (el que mejor se adapte a nuestras características como empresa) que nos permita sistematizar la innovación y situarla en el centro de nuestra actividad. Si la innovación es algo lejano, periférico, casi prescindible… no hay nada a hacer. La misma vieja forma de hacer las cosas acabará, una vez más, imponiéndose.
  1. Hola Franc,
    ¿Fuera o dentro?
    Puesto que la innovación es una de las claves para ser competitivos,creo que lo ideal sería estar abiertos a la innovación viniese de donde viniese. Parece que los americanos en este tipo de cosas son unos maestros y muchas de sus principales empresas ya tienen implantados programas de innovación abierta. Esto viene a ser una analogía de lo que hicieron en su día captando investigadores y científicos de otros paises, eran conscientes de que la materia gris pude estar también fuera de sus fronteras .Si la innovación sigue siendo la eterna promesa en la mayoría de empresas españolas puede que el problema esté en la mentalidad de las personas que dirigen esas empresas. Al final es un problema de cultura, de exceso de jerarquización, etc. Siempre se ha dicho que los españoles tenemos muy desarrollado el sentido del ridículo, esto me hace reflexionar y encuentro ciertas conexiones. La creatividad es incompatible con el miedo a cometer errores y mientras esto no lo cambiemos el problema seguirá estando ahí. Quizás la clave esté en empezar a cambiarnos a nosotros mismos, en empezar a re-inventarnos, que a la vista está que falta nos hace.
    Gracias Franc.
    Un saludo.
    • Franc Ponti dice:
      Completamente de acuerdo, Raúl. Con Josep Mª Ferrer Arpí, ex director de innovación de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, lo hemos comentado muchas veces. O cambiamos el software de la gente (directivos y empleadso) o al hardware no nos va a servir de mucho.
      Yo también creo que la clase directiva tiene miedo a innovar de forma decidida, porque eso supone cambios a veces demasiado drásticos: jerarquías, sistemas de comunicación, libertad creativa, etc. etc.
      Saludos

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